Si vas a empezar a estudiar Economía en la universidad lee esto
Al mismo tiempo que empecé a estudiar economía en la universidad, empecé a vivir en uno de los barrios más hippies de Valencia. Cuando una se muda de ciudad tiene que tener claro que hay ciertas preguntas que va a tener que contestar muchas -muchas- veces. En mi caso esa pregunta era sin lugar a dudas: ¿y tú qué estudias? Mi respuesta siempre era la misma, pero la cara de las personas con las que interactuaba nunca era de interés; generalmente era de sorpresa y/o decepción. Como mucho asomaba algo de curiosidad en los ojos de mis interlocutores.
Una parte de mí, a la que le gusta generar confusión, estaba extremadamente satisfecha. La otra, la dubitativa que quiere la aprobación de su comunidad, se planteaba si de verdad merecía la pena lo que estaba estudiando. Al final, conforme han ido pasando los años, tengo la misma respuesta para esta cuestión que para el resto:
No hay respuesta correcta. No puedo saber qué habría pasado de estudiar otra cosa. Lo único que puedo hacer si no me siento a gusto con la decisión que tomé es hacer algo con la situación actual. Ni rumiar, ni pensar en "y-sis".
Todavía me pregunto cómo asumí como ciertas la mayoría de las cosas que me decían en la universidad. Especialmente en Macroeconomía y Microeconomía. Tantas teorías y suposiciones me tragué sin cuestionar, con la supuesta justificación de que "es lo mejor que podemos hacer para representar la realidad, porque la realidad es complicada". También ronda por mi cabeza aquello que dijo mi profesor de Microeconometría en el Máster: "si no puedes proponer algo mejor, no critiques". En aquel momento, asentí, fascinada, ante la rotundidad de tal sentencia. Ahora mismo pienso que le respondería que la crítica puede suponer (y generalmente supone, yo diría) una mejora en la práctica.
No estoy diciendo necesariamente que todo sea falso, ni que todo esté mal, ni que yo sepa más que nadie. De hecho, lo que es estoy diciendo, o queriendo decir al menos, es que lo que es una suposición de debe presentar como tal. Se debe presentar como tal porque donde cabe un modelo basado en x supuestos, caben dos y tres y cuatro. Hacerlo de otra manera es engañar. En la universidad, hasta donde yo he visto, solo cabe uno.
¿Cómo puede una pasar por la carrera de Economía sin que le enseñen psicología o sociología? ¿Por qué no se habló jamás del comunismo, por qué no se habló de la meritocracia? ¿Por qué no nos hablaron nunca de la economía del comportamiento, o de economía social o colaborativa? ¿Por qué se dan asignaturas como Econometría con programas informáticos que jamás se utilizarán ni el mundo académico ni en el laboral? ¿Por qué 1/3 de las asignaturas eran adaptaciones de las asignaturas de Administración y Dirección de Empresas sin apenas contenido? ¿Qué tipo de economistas estamos formando?
Salí de la carrera con un gran "y ahora qué" que no sabía interpretar muy bien. Ahora tengo claro que ese "y ahora qué" era mi manera de expresar la sensación de que podría haber hecho mucho más esos cuatro años (casi cinco). No me arrepiento, porque en esa etapa crecí mucho personalmente y aprendí otras miles de cosas que agradezco infinitamente a día de hoy. Sin embargo, si vas a empezar a estudiar en la universidad tengo un par de sugerencias para ti:
1. Elige bien la carrera
Mira cuáles son las asignaturas y qué profesores tendrás. Si te vas a meter al Grado de Economía y cada año te encasquetan una de contabilidad huye. Te están engañando. Mira las guías docentes. Exige que se te expongan todas las posibilidades, porque vas a entrar en un nuevo campo de conocimiento y no necesariamente te encontrarás con profesores que estén especializados en eso de lo que te van a hablar. La idealización es igual de mala en las parejas románticoeróticofestivas que en la universidad. Como mínimo, si estás en un sitio para que te enseñen cosas, que te enseñen cosas. Parte de la responsabilidad es tuya ahí.
2. Tómatelo en serio
Ojo con esto. Mi "tómatelo en serio" no significa "hinca bien los codos y saca dieces todo el rato". Más bien significa que lo cuestiones todo, no por molestar, ni por hacerte el interesante, ni por destacar, ni por rebeldía. Cuestiónalo todo porque todo es cuestionable. Cuestiónalo todo por acercarte al saber. Jamás entres a un aula pensando que te van a explicar cómo funciona el mundo de verdad. Nadie sabe cómo funciona el mundo "de verdad". Todos tenemos nuestra idea y todos estamos intentando validarla día a día. Tus profesores también. "Tómatelo en serio" básicamente significa "implícate". Ve un poco más allá. Te lo agradecerás a ti mismo en unos años.
3. Hazte responsable de tu educación
Esta es definitivamente la más importante. Una sociedad que infantiliza hace a los ciudadanos (especialmente a los jóvenes) víctimas de sí mismos. Hoy día la universidad, en muchas ocasiones, es un mero trámite. Métete en internet, hazte un blog sobre esa parte que más te interesa (o crees que te interesa) de tu campo. Haz un post cada semana y exponte a la crítica. Esta es una de las maneras de aprender más efectivas que existen. Juega con el conocimiento e invierte tiempo en tu desarrollo personal. Para ser responsable de su educación uno debe tener claro que se va a equivocar muchas veces, y de que van a cuestionar ideas, métodos, teorías, planteamientos con los que tú estás experimentando. No te hundas si te lo tiran atrás o al suelo, no te critican a ti. Digo esto en esta sección porque hacernos responsables de nuestra educación una vez o durante unos meses es fácil. Lo difícil es, como con todo, mantener la constancia y la motivación. Para eso hace falta mucho desarrollo personal. No te lo van a proporcionar en la universidad porque forma parte del pack que la meritocracia premia como distintivo, cuando debería ser un básico para todos. Aunque bueno, esta es una cuestión que da para otra entrada.
El saber es lo mejor que hay en mi vida y la curiosidad es la cosa que más me calma. No dejes que la universidad, ni "el conocimiento formal", ni ningún catedrático en lo que sea te arruine ninguna de esas cosas. Atesóralas y vive a partir de ellas.